septiembre 14, 2011

A veces duele perder lo que tanto nos costó construir. Pero como saber si de verdad hemos perdido? Quiero creer que es cierta esa frase "No está muerto quien pelea". Pero realmente vale la pena desgastarnos en esa pelea por conseguir lo mismo que teniamos antes, al final no ganamos nada, sólo recuperamos. Y si en el afán de querer ganar lastimamos mas de lo que pensamos, si destruimos mas de lo que ya está la situacion? Quien nos va a decir que desicion tomar? Supongo que lo que queda es parecido a tirarse al vacio y rogar que haya alguien abajo que nos sostenga, como tirarnos a una pileta sin mirar y esperar que tenga agua.
Prefiero desgastarme en la lucha, y exponerme a lastimarme mas de lo que estoy y correr el riesgo de perder, pero así tambien de Ganar. Será prudunte la desicion de matar con palabras y destruir otras relaciones para salvar la nuestra? Elegimos pararnos a mirar desde el punto de vista del odio, que ni siquiera llegamos a sentirlo, para justificar nuestra accion y no sentir la culpa de ver todo destruido una vez mas. Como podemos ser tan cobardes y egoístas?  Ayudará eso a recostruir lo perdido o sólo lastimará mas? Lo cierto es que ante tantas preguntas, surge una posible justificacion: lastimamos sin querer para salvarnos, con un poco de sentimiento sabor a venganza pero no es lo que nos motiva principalmente, si no que es necesario debilitar otras relaciones, no intencionalmente, si no para rescatar/salvar/reconstruir la nuestra.

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